lunes, 3 de diciembre de 2007

¿CAZADOR CAZADO?



!CORRE POR TU VIDA!

Las soluciones más simples suelen ser las mejores, y en el caso de estos animales la lucha por la supervivencia se resuelve por el sencillo hecho de quien corre más rápido: para perseguir la presa deseada o para huir del enemigo.


El animal terrestre más rápido del mundo es el guepardo, habitante de la sabana africana, y capaz de alcanzar la friolera de los 113 km/h en una corta carrera detrás de la presa, a la cual ataca desprevenida, preferentemente al amanecer o anochecer. Sin embargo, cuando más necesita la velocidad es al momento de dar cuenta de su botín, ya que muchas veces, luego de este increíble despliegue, debe renunciar a su comida en manos de hienas y leones. De todos modos, el guepardo se agita y cansa pronto, por lo que no podría sostener el ritmo del segundo animal terrestre más veloz, el berrendo, que corre solo a 90/95 km/h, pero manteniendo la velocidad durante distancias más largas. El berrendo, mezcla de venado y antílope en su aspecto, habita en América del Norte, y ha desarrollado esta capacidad para escapar de sus adversarios.


En el aire, el ave más veloz es el halcón peregrino, capaz de descender en vuelo en picada, abalanzándose sobre aves más pequeñas, a unos impresionantes 180 km/h. A esta velocidad, el simple golpe es suficiente para matar la presa. Sin embargo, no todas las aves despliegan sus habilidades velocísticas en el aire. El correcaminos, inmortalizado en un dibujo animado, es capaz de correr a 45 km/h. A pesar de ser un ave pequeña, se desplaza por los caminos de hábitats desérticos como una flecha, ¡y ya sabemos huyendo de quien!


La velocidad es un atributo siempre bienvenido. Sin embargo en el caso del pez vela, le resulta contraproducente, ya que lo convierte en codiciado trofeo de pescadores deportivos de todo el mundo, por el triste hecho de que al estar enganchado al anzuelo puede acelerar a más de 100 km/h, para diversión de los pescadores, y solamente de ellos…

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